La Central Obrera Boliviana (COB) inició una paralización nacional indefinida contra el gobierno de Jeanine Añez por posponer las elecciones del 6 de septiembre, para el 18 de octubre, en la tercera postergación que sufre el proceso.
Según las autoridades la concentración de votantes, incrementaría los infectados por la pandemia de Covid-19, por lo que se toma como pretexto un masivo contagio.
Temor al resultado electoral
La realidad es que se trata de una maniobra dilatoria para continuar en el poder, cuando las encuestas ratifican el apoyo mayoritario al Movimiento al Socialismo, del defenestrado presidente Evo Morales.
Pese a que el país se encuentra paralizado, ni la prensa boliviana ni los grandes medios internacionales, han informado de la situación, en una clara “complicidad” con el gobierno de facto.
Carreteras cerradas
La continuidad del gobierno golpista, destacan los líderes sindicales, es la profundización del colapso sanitario que ya ha causado miles de muertos e infectados, un sinnúmero de despidos y el colapso de las condiciones de vida de la mayoría del pueblo boliviano.
A esta hora Bolivia vive más de 75 bloqueos a lo largo de las vías, con barricadas o zanjas que impiden el tránsito de camiones y vehículos y amenazan con el desabastecimiento de alimentos a los centros urbanos.
Exigen respeto a la fecha de la Elecciones
La exigencia de la Central y de la mayoría de la población es una sola, que se de paso al proceso electoral en la fecha acordada.
Juan Carlos Huarachi, secretario general de la COB dejó en claro que se antepone cualquier reinvindicación para luego de las elecciones, punto central de la paralización, “a partir de las elecciones, seguramente, tendremos un gobierno elegido democráticamente y podremos discutir nuestras demandas sociales, sector por sector, con nuevas políticas, con nuevos programas”.
El líder de la Confederación de Trabajadores Campesinos (Csutcb), Jacinto Vega, planteó que los bloqueos y otras protestas sigan “sumando presión” sobre el Tribunal Supremo Electoral (TSE), ya que este “no garantiza ni siquiera las elecciones del 18 de octubre”.
Añez amenaza con represión
El gobierno dictatorial de Añez ha amenazado con medidas de fuerza para reabrir las vías, sin embargo, lo masivo de las mismas, y el temor de un baño de sangre, mantiene al ejército y a la Policía a la espera de un diálogo.